Shin Chan: Mi verano con el profesor – La semana infinita (2022)

Una novela gráfica donde pasaremos unas sorprendentes y surrealistas vacaciones tranquilas en un pueblo en la montaña durante el verano. Con un ritmo muy relajado tendremos que conversar con los numerosos habitantes del pueblo, ayudar en diferentes tareas e ir explorando el mapa en busca de nuevas especies animales y vegetales mientras ayudamos a resolver algunos problemas que van surgiendo. Durante unas 9-13 horas controlaremos a Shin Chan en el transcurso de varios días (hasta 17) con sus ciclos día-noche y sus propios eventos, tanto repetitivos como particulares.

Con un control bastante preciso es una pena que solo podamos caminar, correr, utilizar nuestro cazamariposas, hablar con los personajes y realizar acciones contextuales como examinar el entorno, pescar o saltar en algunas circunstancias.

No es un juego de aventuras ni una aventura gráfica donde vayamos consiguiendo nuevos objetos para utilizarlos posteriormente. La jugabilidad es bastante simple y está totalmente guiado por una narrativa prefijada que transcurre lentamente a lo largo de varios días, desarrollándose una historia que se divide en subtramas y donde nosotros solemos ser espectadores pasivos. Tendremos que dirigirnos a diferentes puntos concretos del mapa en ocasiones para que se desencadenen algunos hechos o hablar con determinadas personas para que se desarrollen los eventos. En la mayor parte del tiempo tendremos libertad para realizar tareas secundarias como recolectar insectos y peces para formar una guia de todos los nuevos especímenes que encontramos.
A medida que avanzan los días, ocurren eventos que desbloquean nuevas zonas del mapa que albergan nuevas especies de plantas y animales que recolectar, así como nuevas tareas. Hay algunos minijuegos, entre los que destaca las batallas entre dinosaurios mediante ataques con el juego de «piedra, papel o tijera». No es muy elaborado, pero mediante el uso de hasta 5 luchadores y con diferentes cartas de bonificaciones los combates pueden ser amenos y desafiantes.

Por desgracia, gran parte de los minutos que dedicamos a esa relajada aventura se gastan en asistir a escenas que se repiten casi sin variaciones como la gimnasia matutina, la hora del desayuno o los momentos de acostarse. Son eventos que no duran mucho tiempo, pero que cuando los hemos visto ya 5 veces aburren y terminan resultando tediosos. Creo que la aventura se habría beneficiado de prolongar la duración de cada día (por defecto cada día dura en torno a los 40 minutos, aunque se puede modificar) y no disponer de tantos días, aunque la premisa de la historia, e incluso el propio título del juego, se basan en la repetición de una semana.

Otro de los pilares jugables es un sencillo sistema de economía donde recibimos dinero ayudando en tareas como proporcionar ingredientes para los restaurantes, escribir noticias para un periódico local o notificar pedidos a domicilio. Mientras, nosotros podemos gastar dinero comprando diferentes verduras y otras comidas, funcionando algunas como relleno de la barra de energía de Shin Chan para prolongar el tiempo que tenemos para realizar actividades. Tendremos que ir tomando nota de todo lo que sucede, así como fotografiar estas situaciones y los especímenes nuevos que encontramos para que se publique en el periódico. Cuánto más jugosa sea la noticia y más atrayente resulte, más público comprará el periódico y mejor nos recompensarán. Podremos recolectar algunas plantas salvajes del propio campo, mientras que otras las podemos cultivar en un pequeño huerto o directamente comprar en la tienda.

La ambientación del título es uno de los puntos más fuertes. Mediante escenarios prerrenderizados muy vistosos y cámaras fijas podremos recorrer el mapa del pueblo y sus alrededores, que se van ampliando poco a poco. Es toda una delicia caminar por estos paisajes tan chulos, inspeccionar las casas e investigar los secretos del pueblo desbloqueando nuevas rutas. Tendremos un mapa que nos sitúa en la zona exacta, aunque es bastante intuitivo y la cámara siempre enfoca de manera que visualizamos varios puntos como referencia, siendo muy sencillo orientarse aún sin mapa.
El diseño de niveles es sencillo, pero aún así el mapa está trabajado y contiene sus atajos, bifurcaciones y caminos interconectados que hacen de la navegación algo divertido.

En el aspecto técnico no hay mucho que resaltar, aunque el juego se ve de forma idéntica a los mejores capítulos del manga, con el mismo bonito estilo artístico, por lo que nos sentimos totalmente inmersos en el universo de Shin Chan. La paleta de colores utilizada y los fondos son preciosos, originando unos decorados que da gusto recorrer. Además los elementos interactivos están bien introducidos dentro de estos estáticos escenarios, y combina adecuadamente ver el movimiento de los peces en el río, las libélulas moverse, los niños corriendo o un gran braquiosaurio caminando por las calles del pueblo.
La banda sonora y el apartado sonoro es de lo más destacado, con un buen listado de temas ambientales que emocionan y transmiten bien las sensaciones de cada situación. Los efectos sonoros están bastante trabajados, desde las propias pisadas según el tipo de suelo, el doblaje o los ruidos de diferentes acciones. Ayudan a lograr una gran inmersión.

Es un juego orientado a un público infantil, incluso más de lo que el propio anime es, siendo ésta una historia muy edulcorada e inocente para las grandes dosis de drama, picardía y madurez que ha llegado a tener la serie en muchas ocasiones. Muchos diálogos tienen doblaje japonés, mientras que podremos disfrutar de textos en español con bastante buena traducción. La historia es sencilla y fácil de seguir, con sus giros de guión y sorpresas que mantienen el interés y nos hacen seguir avanzando para conocer cómo van a terminar todas las estrambóticas situaciones que se producen.
El guión mezcla muchos diálogos anodinos y rutinarios sin mucho misterio con tramas que introducen a dinosaurios y fenómenos espacio-temporales de ciencia ficción de manera un poco extraña. El tono general es siempre muy inocente y relajado, visto por Shin Chan, al fin y al cabo un niño de 5 años. La amistad, el amor, las frustraciones, el rencor y la honestidad son temas que se tratan en profundidad, muchas veces a modo de enseñanzas como hacía el propio manga, aunque nunca con tanta soltura. El problema es lo despacio que se va desarrollando cada trama a lo largo de los días, y la mezcla de conceptos tan dispares como curar a un estegosaurio con la necesidad de declararse entre dos adultos que se atraen.
Shin Chan tendrá muchas salidas graciosas, como de costumbre, aunque en general se le nota más inocente y comedido que de normal en esta aventura, lo que hace que pierda un poco de chispa y sea demasiado políticamente correcto para lo que la marca Shin Chan nos tiene acostumbrados.

En definitiva, es una aventura narrativa sin urgencia para jugar de forma más pasiva y sin prisas, disfrutando de los bonitos escenarios y de los diálogos divertidos. Algún minijuego, un poco de exploración y un sencillo sistema de economía nos mantendrán atareados los 40 minutos que puede durar cada día en este pueblo en la montaña. La historia tiene un ambiente relajado y muy enmarcado en las vacaciones de verano, resultando nostálgico y evocador, con aventuras que pueden recordarnos a nuestra propia infancia. Con un Shin Chan más edulcorado que de costumbre, asistiremos a una narrativa que involucra a muchos personajes con subtramas que van desde el amor, la honestidad y los traumas hasta eventos de ciencia ficción que incluyen imposibles viajes espacio-temporales y la aparición de dinosaurios, todo mezclado en un relato costumbrista japonés. Con algo más de jugabilidad, un poco más de garra en los diálogos y más posibilidades de tareas que ejecutar con un ritmo menos repetitivo el juego habría ganado en diversión. Aún así es recomendable para fans del anime o de los juegos que mezclan la novela gráfica con la simulación de vida real.

7

Deja un comentario