Star Wars: Jedi Fallen Order (2019)

Jedi Fallen Order es una gran aventura de acción en 3º persona donde controlamos a un joven aprendiz de caballero Jedi que se embarca en un viaje interplanetario con ayuda de dos mentores y su fiel robot en su lucha de salvación contra el imperio. Durante unas 17- 25 horas disfrutaremos de una épica narrativa a lo largo de los más sorprendentes escenarios mientras realizamos todo tipo de acrobacias atravesando intrincados niveles y luchamos contra una gran variedad de enemigos en unos combates muy intensos.

Si mezclamos en una coctelera Tomb Raider con Dark Souls en una ambientación clásica de la franquicia Star Wars obtenemos este magnífico juego que posee una de las jugabilidades más pulidas, variadas y profundas que he podido disfrutar en juegos de aventura en los últimos años.

En esencia es un juego aventurero con grandes dosis de exploración, plataformeo y combates con sable y algunas habilidades de los Jedi. Transcurre de forma lineal, teniendo que encontrar el camino a medida que superamos pruebas, las cuales incluyen puzzles muy bien diseñados. Los niveles son bastante intrincados, con muchos niveles de altura y bifurcaciones, y a medida que avanzamos desbloqueamos zonas que comunican con otras, produciendo atajos que nos facilitan recorrer los escenarios o volver atrás para recuperar algún coleccionable. Tendremos 5 escenarios principales, ubicados en diferentes planetas, por lo que la ambientación cambia drásticamente de uno a otro, pero no la manera de recorrerlos a pie. El tamaño de estos escenarios es bastante grande e incluye áreas secretas con jefes opcionales o algún objeto de mejora escondido.
Controlamos a Cal Kestis, un joven que vive una vida cotidiana sin involucrar su esencia Jedi para ocultarse del imperio. Tras un suceso desafortunado, tendrá que implicarse en una misión temeraria junto a 2 aliados para intentar recuperar las cenizas de la Orden Jedi, prácticamente desaparecida en el momento. Cal dispone de una enorme agilidad, pudiendo correr, rodar, saltar, agarrarse a cornisas, escalar, balancearse por cuerdas, colgarse de tubos, nadar y bucear, controlar algunas máquinas y hacer uso de poderes Jedi, que van desbloqueándose a medida que avanzamos y Cal va recordando las enseñanzas de su maestro durante su infancia.
La interacción con el escenario es uno de los puntos fuertes de la aventura, ya que podremos subirnos a casi cualquier zona del escenario, sin límites artificiales de los que abusan muchos otros juegos similares. Además los movimientos fluidos de Cal son bastante realistas, por ejemplo cuando se desliza por pendientes o sube cuestas, incluso utilizando las manos para apoyarse y no caer hacia atrás. Los desniveles del suelo están bastante bien ajustados y las animaciones de Cal se adaptan a sus irregularidades.

El combate es muy importante y casi la mitad del tiempo la pasaremos en contiendas con uno o varios enemigos de muy diversa naturaleza. Es de tipo cuerpo a cuerpo con nuestro sable láser, pudiendo ejecutar varios combos y ataques más débiles y rápidos o más contundentes y lentos. Podremos ir alternando sablazos con algunos poderes para ralentizar, atraer o lanzar por los aires a los enemigos. Otras habilidades incluyen ataques de área que noquean a enemigos alrededor o lanzar el sable como arma arrojadiza. No es un hack ‘n slash ni tampoco un combate lento y estratégico, sino que se encuentra en un equilibrio intermedio. Cal es ágil y podremos esquivar, bloquear y contraatacar, así como saltar y golpear en el aire, pero debemos calcular bien qué enemigos matar primero o si nos interesa más ejecutar ataques de área para múltiples enemigos o fijarnos en un objetivo concreto e intentar despistar al resto. Podremos elegir el nivel de dificultad, siendo los más difíciles todo un reto donde apenas deberemos ser rozados por los enemigos si queremos sobrevivir. Cal podrá curarse un número limitado de veces gracias a unas inyecciones que nos proporciona nuestro mejor aliado robótico.
Aunque solo disponemos del sable láser como arma principal, sí que podremos modificarlo y mejorarlo de varias formas, ganando una amplia variedad de ataques. Donde sí hay una gran variedad es en los enemigos: desde muchos tipos de soldados del imperio, armados con pistolas o lanzagranadas, con escudos o lanzas de rayos; hasta más de una decena de criaturas animales hostiles con comportamientos muy diferentes, sin olvidar un buen puñado de jefes finales con sus patrones de ataques. En general el combate está muy bien resuelto y la experiencia es divertida para todas las batallas, aunque contra jefes finales o enemigos únicos es algo más satisfactorio, ya que cuando el número de enemigos es elevado y nos atacan todos a la vez, Cal no es tan poderoso como para hacer frente a todos, teniendo que huir o intentar atraer la atención de 1 en 1 para derrotarlos mejor.

Un sistema de mejoras nos permite adjudicar nuevas habilidades al ir ganando experiencia, la cual se consigue derrotando enemigos, encontrando ecos del pasado ocultos por los escenarios y superando ciertas fases del juego. Podremos distribuir estas habilidades en mejoras de ataque y defensa, nuevos movimientos combativos, mayor capacidad de curación o mejora de nuestros poderes Jedi. Por suerte, es relativamente sencillo conseguir desbloquear todas las habilidades si exploramos los escenarios al completo, encontramos estos ecos del pasado y luchamos contra todos los enemigos (muchos enemigos básicos reaparacen tras descansar en en puntos de meditación, por lo que podemos volver a conseguir más experiencia derrotándolos de nuevo).

Hay numerosas recompensas y coleccionables distribuidos en cajas esparcidas por los niveles, pero son realmente poco útiles en la jugabilidad. Suelen ser atuendos diferentes para modificar la apariencia tanto de Cal como de nuestro robot BD-1 o la nave que utilizamos para viajar entre diferentes planetas. Se hubiera agradecido encontrar algunos coleccionables algo más suculentos, aunque algunos sí que nos otorgan mejoras de vida total o capacidad para poder curarnos una vez más.

Otro de los apartados que más sorprenden son los puzzles, sobre todo los ubicados en viejas tumbas olvidadas, que recuerdan poderosamente a Tomb Raider, pero con un diseño más fantasioso y con mecánicas únicas que nos tendrán jugando con muchas posibilidades para completar los retos y avanzar en el camino. Son realmente ingeniosos, variados y entretenidos aunque no sean numerosos.

El diseño de escenarios es claramente otro punto muy robusto, con mapas complejos que se van abriendo estilo metroidvania, llenos de interconexiones, zonas secretas y atajos que vamos desbloqueando. Es muy satisfactorio descubrir los retos que nos van proponiendo para avanzar por estos escenarios, los cuales incluyen características únicas en cada uno, como unas plantas que se llenan de aire y podemos usarlas a modo de trampolín, lianas y ascensores que conectan diferentes niveles de altura, zonas sumergidas bajo el agua o corrientes de aire que nos impulsan en diferentes direcciones. Con la combinación de movimientos de Cal se explotan profundamente sus posibilidades con zonas de escalada, objetos movibles, paredes destructibles o elementos que pueden quemarse. Las habilidades Jedi van aumentando y podremos desde ralentizar el tiempo para frenar las aspas de un ventilador y cruzar a través hasta romper paredes quebradizas mediante telequinesis. Nuestro propio sable láser funciona para poder avanzar por ciertas zonas, no solo como nuestra arma esencial. BD-1, nuestro fiel compañero robótico, es esencial también para superar ciertas zonas. Podrá manipular diferentes paneles electrónicos pudiendo abrir compuertas, arreglar equipos desconectados, inutilizar barreras electromagnéticas o servirnos como enganche de tirolina. La única pega es que no haya ningún tipo de viaje rápido entre zonas de meditación o algún medio para llegar a ciertas zonas de manera más directa tras superar los niveles. Solo mediante la nave podemos cambiar de ubicación entre planetas, pero siempre aterrizamos en un único lugar en cada planeta, por lo que siempre deberemos realizar todo el camino desde el principio del nivel hasta la zona que queramos revisitar.

La historia es una grata sorpresa y es superior a la media de juegos de aventuras. Aunque comienza de forma poco original, los sucesos que van desarrollándose y los personajes que vamos conociendo, con sus propias historias secundarias bien contadas, son variopintos y muy únicos. Iremos descubriendo con entusiasmo los sucesos que van desarrollándose en los distintos planetas, mientras vamos desvelando el pasado y la verdad tanto del propio Cal como de su aliada Cere. La narrativa es importante a lo largo de toda la aventura y podremos tener varias conversaciones opcionales con personajes mientras jugamos. El último tramo de la aventura se crece hasta un clímax muy conseguido y que deja completamente satisfecho.
Además, el lore está muy trabajado, con numerosas referencias a la franquicia, tanto de personajes, eventos o de lugares. Pero además hay muchos elementos de cosecha propia muy bien integrados y podremos acceder a mucha información interesante acerca de los seres vivos que pueblan los diferentes escenarios, las sociedades que habitan y sobre sucesos concretos que Cal puede descifrar conectando con los ecos del pasado.
Tecnológicamente el juego luce espectacular, con un resultado final muy vistoso debido a la calidad de los modelados, las animaciones fluidas y el diseño realista de escenarios fantasiosos, pero inspirados en la Tierra. La iluminación y texturas gozan de gran calidad, así como los efectos de partículas, el agua y el fuego. Quizás solo algunos movimientos lucen algo toscos, sobre todo se siente en un control ligeramente duro en algunas ocasiones que ocasiona poca gracilidad en las interfases entre acciones.

El diseño de arte es potente y variado. Se nota la gran inspiración de los desarrolladores y visitamos escenarios muy diferentes con gran personalidad cada uno. Hay estampas que realmente se quedan en nuestra memoria y la mayoría de niveles invitan a perdernos en ellos y explorarlos en profundidad.

El sonido en el juego es también sobresaliente, desde el doblaje de voz, tanto en inglés como en español, los efectos de sonido tan concretos y una banda sonora reminiscente de la saga de películas, pero con su propia personalidad gracias a unas composiciones originales que se inspiran en el trabajo icónico de John Williams.

Así, Jedi Fallen Order es una propuesta sobresaliente en cada uno de sus apartados y uno de los mejores juegos de aventura y acción en 3º persona de los últimos tiempos. Tomando inspiración de grandes sagas como Tomb Raider, Dark Souls o Zelda, ofrece una jugabilidad variada y completa con un diseño de escenarios impecable. Tienen cabida puzzles de mecanismos y físicas, niveles estilo metroidvania con adquisición de nuevos poderes y habilidades hasta el final de la aventura que enriquecen la jugabilidad, un protagonista realmente ágil y que se controla con precisión, un combate de acción real a medio camino entre el hack ‘n slash y un juego de rol más estratégico con muchas posibilidades y enemigos de comportamientos variados, un diseño de arte que embelesa junto con un apartado sonoro y técnicos casi impecables. Una narrativa sorprendente, que está trabajada de principio a fin y cuenta con personajes que derrochan carisma. Solo se echa en falta la posibilidad de viaje rápido entre algunas zonas de los intrincados y laberínticos escenarios, unas animaciones algo más pulidas en ciertos movimientos y acrobacias de Cal, así como el añadido de algunos coleccionables con más implicación jugable.

9’3

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